Madres, padres y docentes, debemos prepararnos para al advenimiento de los cambios de la pubertad y sus repercusiones psicosociales personales, familiares y sociales. Factores como actitudes rígidas en la crianza, la religión y la concepción de la sexualidad, pueden obstruir el adecuado afrontamiento especialmente de las múltiples inquietudes ante el aspecto del cuerpo que se hacen centrales (estatura, peso, vello púbico, tamaño y forma de las mamas, tamaño y forma del pene, acné, etc.), y de las preocupaciones ante las conductas en procura de la normalización y la aceptación.
¿Cómo Vivimos los Cambios de la Pubertad de Hijos e Hijas?
Analizando un caso real: `Pedí esta cita urgentemente porque mi hija se desarrolló la semana pasada, se asustó mucho cuando amaneció manchada de sangre…, no me lo esperaba todavía…, la veo tan niña. Sólo pude darle de mis toallas sanitarias y decirle que no tenía por qué llorar. No ha querido ir a clases. Le dije que a todas las mujeres nos toca eso y seguimos viviendo, pero no ha habido manera. Yo me siento muy incómoda, no sé que más decirle. Su papá no sabe porque está de viaje por trabajo. De todas formas ella no quiere que alguien más se entere. Aceptó venir porque vimos en TV que usted dicta talleres de autoestima y sexualidad adolescente…. Usted le puede explicar todo lo que ella necesita´.
La anterior descripción ilustra el motivo de consulta de una madre de 28 años casada con un hombre de 49, cuya hija de 11, recién experimentaba su primera menstruación, sin haber recibido en su hogar previa información sobre sus cambios esperados en la pubertad. En sesión con la madre, se halló una historia familiar de tabú sexual y un primer noviazgo adolescente que inmediatamente prosiguió en convivencia y tres embarazos seguidos. Aunque expresaba sentirse bien con la familia, reconocía timidez tanto en ella como en su esposo para hablar de sexo, incluso en su propia intimidad de pareja. Ambos eran muy trabajadores (ella costurera en casa, él comerciante de frutas y hortalizas a nivel nacional). En la dinámica intrafamiliar ejercían una maternidad y paternidad centradas en el rendimiento académico y en la colaboración doméstica, con poca comunicación afectiva. Compartían todos los domingos en misa y en almuerzos con las familias de origen. En sesión con la púber, se encontró una actitud que además de tímida, avergonzada y confusa, se mostraba negativa hacia la menstruación: `¿Por qué me pasa esto?…. Ni en casa podía caminar bien con esa toalla gigante ahí metida…. ¿Cómo iba a ir así al liceo?…. Se habrían burlado de mi…. Mi mamá sé que la pasa mal en -esos días- como ella dice…, siempre se queja diciendo -¡Qué fastidio, me siento mal, me duele el vientre!-…. Yo no quiero que eso me pase a mi´. Además se identificó un antecedente que había resultado traumático para su autoconcepto (percepción de sí misma) y autoestima (evaluación y valoración de sí misma): `Siempre he sido gordita pero últimamente más. Mi papá le dijo a mi mamá que me llevara al médico…. La nutricionista me dio una dieta que no pude hacer… Cuando volvimos a la consulta me dijo -¡Tú sigues aumentando de peso. No has cumplido con la dieta. Si no dejas de comer así y no bajas de peso, ningún muchacho se interesará en ti y no conseguirás después casarte. ¿Quieres eso?-´.
Progresivamente ambas fueron superando su estrés agudo debido al cambio significativo de maduración sexual de la chica, así como sus debilidades actitudinales basadas en la falta de adecuada educación sexual efectiva. A través de la intervención individual y familiar, así como del apoyo psicológico grupal a chicas en adolescencia temprana y la facilitación de vídeo-taller en su propia aula escolar; ambas lograron acortar la ya instalada distancia emocional de la díada madre-hija, mejorando la comunicación efectiva y afectiva. La chica por su parte logró aprender a manejar el estrés, así como autoafirmar su autoconcepto y su autoestima. La madre logró concienciar y ejercer una maternidad nutritiva desde la empatía y conectarse con su propia sexualidad, mejorando de hecho una problemática conyugal no afrontada por temor (él eyaculación rápida y ella pérdida del deseo sexual). A partir de esto, ambos comenzaron a liderar un mejoramiento en el clima de crianza, centrándose en el afecto más que en la autoridad y brindando una educación sexual más consciente, vale decir, más serena, natural y saludable. Todo lo anterior, con el apoyo de estrategias tales como: psicoeducación sexológica basada en Derechos sexuales, Derechos asertivos y resolución de conflictos, técnicas de relajación integral y hábitos de empoderamiento de la salud integral (ejercicio, alimentación y recreación como fuente de unión y placer intrafamiliar).
Esfera Biológica:
Marca protagonismo durante la pubertad y adolescencia temprana, tanto en los chicos como en las chicas, con los cambios fisiológicos y físicos. El hipotálamo (cerebro: sistema límbico), avisa a la hipófisis (glándula situada debajo del hipotálamo), que es el momento de segregar las gonadotrofinas (GnRh), es decir, la hormona luteinizante (LH) y la hormona folículo estimulante (FSH), que favorecerán la maduración de las gónadas masculinas (testículos) y femeninas (ovarios), regulándolas para la producción de las hormonas sexuales: andrógenos/testosterona (chicos) y estrógenos/progesterona (chicas).
En los chicos, los niveles de hormonas sexuales son bastante constantes, la LH estimula a los testículos a secretar testosterona para aumentar su nivel y la FSH mantiene la espermatogénesis en los testículos.
En las chicas, los niveles oscilan de forma cíclica estimulando a los ovarios para el aumento de estrógenos y progesterona; la FSH intervendrá en el crecimiento del folículo ovárico y la LH será responsable de la ovulación. En consecuencia: el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios y los ciclos reproductivos, a saber, la primera menstruación en ellas y la primera eyaculación en ellos. Veamos los demás cambios principales de acuerdo con Jayme y Sau (2004):
Signos de pubertad en los chicos: Aumento del tamaño de los testículos. Crecimiento de la estatura. Aumento de peso. Vello púbico. Alargamiento del pene. Aumento del tamaño de la laringe y del cartílago tiroides (nuez): cambio de voz. Vello axilar. Barba, bigote. Primera eyaculación (con o sin espermatozoides). Espermatogénesis.
Signos de pubertad en las chicas: Crecimiento de la estatura. Vello púbico. Aumento de las mamas o pechos. Vello axilar. Aumento de peso. Aumento de la masa muscular y tejido adiposo: ensanchamiento de las caderas. Aumento del tamaño del útero y aparato genital. Cambio histológico en la vagina. Primera menstruación (con o sin ovulación).
En las chicas desde la primera menstruación hasta la menopausia les acompañará el ciclo menstrual, constituido por el período que va desde el primer día de una menstruación hasta una día previo de la siguiente; dividido en general en dos fases; Folicular y Lútea, que se describen de manera sencilla siguiendo a López Kaufman de la Sociedad Argentina de Ginecología Infantojuvenil (2001); Asociación Civil para la Salud Sexual y Reproductiva de la Población Venezolana (Prosalud, s/f) y Planned Parenthood Federation of America (IPPF, 2014):
La Fase Folicular (día 1 al 14): transcurre desde el primer día de la menstruación (sangrado) hasta la ovulación. Lo cual puede durar de entre 13 y 20, siendo variable de chica a chica e incluso en la misma chica de mes a mes. El día 1 inicia la menstruación (3d. a 5d.). El día 7 algunos de los óvulos comienzan a madurar y hasta el día 11 el tejido del útero empieza a engrosarse. Desde entonces las hormonas favorecen la liberación del óvulo más maduro del ovario, el cual se libera el día 14, 15 ó 16. Lo anterior, en ciclos de 28 días, que como se ha mencionado, resultan variables (oscilantes de 21 a 35 días). La Fase Lútea (día 15 al 28): transcurre desde la ovulación hasta la implantación del óvulo (embarazo) o en su defecto, hasta un día previo a la siguiente menstruación. Lo cual regularmente puede durar entre 14 y 16 días. El óvulo viaja por la trompa de Falopio donde a efecto de la actividad sexual sin protección podrá ser fertilizado por un espermatozoide. Este ovulo fecundado se desplaza hacia el útero para su implantación en el endometrio, dando inicio así al embarazo. Si esto no ocurriera, el óvulo es eliminado en máximo 24 horas. Cerca del día 25 se desprende el tejido del útero (endometrio) y en breve se da paso al primer día del ciclo siguiente cuando dicho tejido es expulsado hacia el exterior a través de la vagina (menstruación).
Expresividad Sexual Adolescente Temprana: Educación Secundaria.
Vemos que en este primer período de la adolescencia el cuerpo es el foco de atención y punto de referencia intra e inter-personal. Eje transversal que abre paso a los cambios psicosociales según los cuales chicos y chicas progresarán en su adaptación cognitiva, conductual y afectiva a su nuevo cuerpo.
Esfera Cognitivo-Conductual:
A partir del enfoque del Desarrollo Evolutivo, muestra la “etapa de las operaciones formales” que va desde los 12 años en adelante; los y las adolescentes comienzan a desarrollar una visión más abstracta del mundo. En esta llamada conquista del pensamiento, ellos y ellas reflexionan -introspección-, pasan de lo real a lo posible -abstracción-, determinan causa y efecto -lógica- así como formulan hipótesis y examinan evidencias en consideración de diversas variables -razonamiento hipotético-; en tal sentido comienzan a realizar sus propias teorías sobre el mundo, razonando y sistematizando sus propias ideas (Piaget, 1972 en: Philip Rice, 1997; Muñoz. A., s/f).
Además de lo anterior, les caracteriza la autoconciencia, el egocentrismo y el socio-centrismo, que explican su creencia de que todas las personas les miran, así como la inhibición creativa, dado que pagan con conformidad (hacer y ser como otros/as) su adaptación a la presión social; la cual deben vencer para ser integrados/as a determinados grupos. En este sentido, predominan las comparaciones encubiertas (en mente) con las actuaciones y forma de ser de sus amistades y compañeros/as de clases y/o personajes/modelos del medio artístico (tradicional o digital): cantantes, actores, actrices; hacia quienes se experimentará una motivación de imitar, con mayor probabilidad dada la mediación: de las propias expectativas de éxito –`yo también puedo hacerlo o serlo perfectamente´, `yo también me quiero ver así´– y, del valor anticipado del refuerzo –`obtendré también aceptación´, `gustaré´-.
Esfera Afectiva:
Aparece en los chicos y las chicas, el sentimiento de duelo ante la pérdida del pasado cuerpo infantil, así como la ansiedad por desarrollarse normalmente como sus pares y ser aceptados/as. Es frecuente que afloren sentimientos de ansiedad, inferioridad y baja autoestima, bajo la máscara de una apariencia o imagen creada para `quedar bien´. No obstante quienes han desarrollado mayor autoconfianza desde las etapas anteriores, en lugar de ajustarse a lo socialmente demandado, muestran más disposición de hacer cosas imaginativas y creativas (Earl, 1987 en: Philip Rice, 1997).
A partir del constructo sexológico de la Variante Fisiológica del Sexo y su Función, sabemos que los/as adolescentes se encuentran experimentando el Período de Transición (8/10/12 a 18/21 años); fase vital en la cual, su condición para funcionar sexualmente (aspecto biológico) sigue reinando, aún y cuando va desarrollándose cada vez más su capacidad de aprender a discriminar la función sexual (aspecto biopsicosocial), vale decir, su actividad sexual condicionada de acuerdo con lo inculcado desde el modelo sociocultural de su contexto de crianza. En este sentido, las diferentes conductas que los chicos y las chicas han adquirido por aprendizaje vicario (observacional), se irán manifestando e integrando en su proceso de: definición personal/sexual, afianzamiento de su identidad y expresión de género y, conformación de su orientación sexual. Todo ello, a través de los significativos vínculos de amistad física y virtual que hoy día tienen al alcance por la vía del uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), cada vez más empleadas por niños, niñas y adolescentes.
Lo anterior, en paralelo, con que en el hogar, prevalecerá un distanciamiento emocional familiar mediado por una lucha por su independencia, separándose de sus madres, padres o adultos/as claves, en su afán de construir su propio esquema de valores sociales y sexuales. Aspecto último en el que reinará la necesidad de intimidad consigo mismos/as y con sus iguales, en abono a la autoconfianza y la empatía.
Conducta Masturbatoria:
No es de extrañar entonces, el tiempo que los chicos y las chicas prefieran permanecer a solas en su cuarto o con sus amistades, en defensa de su espacio personal para manejar la inspección física de sus cuerpos, el despertar de la excitabilidad sexual, la masturbación, los sentimientos egocéntricos, la confidencialidad con sus iguales, las fantasías vocacionales y eróticas, así como el cambio constante de intereses en general. Todo lo cual, debemos comprender como normalmente esperado y necesario para su maduración psicosexual.
En relación a tal conducta masturbatoria “las estadísticas más elevadas de tal práctica corresponden a esta edad de la vida…. Siendo también, por otra parte, la época más pujante y -paradójicamente- la que más represión sufre. La masturbación es, prácticamente, el único comportamiento sexual que la sociedad “reconoce” al/la adolescente…. A pesar de esto, los sistemas educativos siguen aún infligiendo una gran dosis de culpabilidad en ello” (Amezúa Ortega, s/f)..
En las consultas psicológicas–sexológicas individuales, a las cuales generalmente son llevados/as los/as adolescentes de forma forzada por sus madres o padres, así como en las terapias grupales o talleres de sexualidad juvenil; encontramos que los chicos y las chicas aprovechan dichas oportunidades para expresar sus preocupaciones e inquietudes en torno a sus cambios: `¿Es normal que se me manche la panty?´, `¿Es malo ir a la playa con la menstruación?´, `¿Si soy virgen puedo usar tampones?´, `¿Es normal que me duelan los pechos?´, `¿Por qué me siento irritable unos días antes que me baje la regla?´, `¿Por qué amanecí mojado?´, `¿Me creció el pene lo suficiente?´, `¿En normal que amanezca erecto?´, `¿Me vuelvo loco si me masturbo demasiado´, `¿Se me tuerce el pene por masturbarme mucho?´; entre tantas otras, las cuales se han transmitido de generación en generación validándose como verdades cuando en realidad parten de mitos sexuales.
Espacios de Empoderamiento Psicosexual Adolescente.
Estas oportunidades, pueden ser promovidas en lo cotidiano, fomentando conversatorios sobre sexualidad tanto en el hogar como en en la aula de clases, de manera natural, directa y simple, facilitando el empoderamiento psicosexual con inteligencia cognitiva, con inteligencia emocional y con inteligencia comportamental.
Para ello, el trabajo cooperativo entre familia, colegio y servicios de asesoramiento psicológico y sexológico, permitirá las fórmulas idóneas que contribuyan con el desarrollo integral de la sexualidad y la personalidad de los y las adolescentes. Siempre enmarcándonos en los Derechos Sexuales – Reproductivos y en cuatro pilares importantes para una eficaz psicoeducación sexual consciente:
- Autoconocimiento: Confianza.
- Gestión Emocional: Afecto.
- Resolución de Problemas: Efectividad.
- Comunicación Asertiva: Serenidad.
Cómo citar este artículo:
Guzmán, I. (05 de septiembre de 2016). Desarrollo Psicosexual III de 12 a 14 años. grupoambos.com https://grupoambos.com/educacion-sexual-adolescente-1/
IDHALY GUZMÁN autora de este artículo es Psicóloga General Sanitaria por la Universidad Europea de Valencia. Estudió el grado en Psicología mención Salud en la UNED. Previamente Licenciada en Psicología Clínica por la Universidad Central de Venezuela y Máster en Sexología por el CIPPSV.
Documento en línea: http://prosalud.org.ve/quienes-somos/427-Ciclo%20Menstrual
Amezúa Ortega E. (s/f): La Masturbación Masculina. En el Recorrido de las Distintas Etapas de la Vida de un Hombre. Documento en línea: http://www.sexologiaenincisex.com/contenidos/kiosko/articulo_n.php?id=80
Bianco C. F. (1991): Sexología Definición y Concepto. Teoría de la Variante Fisiológica del Sexo y su Función. Propuesta. Editorial CIPV. Caracas.
Philip Rice (1997): Desarrollo Humano. Estudio del Ciclo Vital. Editorial Prentice-Hall Hispanoamericana S.A. México.
Guzmán I. (2016): Educación Sexual de Padres y Madres a Hijos. Artículo Online:
Guzmán I. (2016): Educación Sexual Adolescente. Artículo Online:
http://www.grupoambos.com/articulos/educacion-y-familia/168-educacion-sexual-adolescente
Jayme M. y Sau V. (2004): Psicología Diferencial del Sexo y el Género. Editorial Icaria S.A. Barcelona.
Documento en línea: http://comunidad.sagij.org.ar/ginecologia-infanto-juvenil/la-primera-menstruacion-y-el-ciclo-menstrual/
Ros, Morandi, Cozzetti, Lewintal, Cornelia y Surís (s/f): La Adolescencia: Consideraciones Biológicas, Psicológicas y Sociales. Documento en línea: http://www.sec.es/area_cientifica/manuales_sec/salud_reproductiva/01%20Salud%20reproductiva%20e.pdf
http://www.plannedparenthood.org/esp/temas-de-salud/anticoncepcion/ciclo-menstrual-22144.htm
Servicio de Salud de Colombia (2000). Norma Técnica para la Detección Temprana de las Alteraciones del Desarrollo del Joven de 10 a 29 años.
Documento en línea: http://www.saludcolombia.com/actual/htmlnormas/ntjoven.htm
Créditos:
– Ilustración niños de espalda y cuerpos de desarrollo físico por S. B. en https://pixabay.com/
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