Profesionales de la medicina y la enfermería, en su labor de cuidar de sus pacientes en el afrontamiento de la enfermedad y la recuperación del bienestar, se ocupan tanto del diagnóstico como del proceso de tratamiento, curación y rehabilitación. Con lo cual, el foco es la adherencia al tratamiento, siendo uno de sus factores esenciales, la relación paciente-médico y en ella, el seguimiento de recomendaciones de autocuidado diario por el paciente (dieta, ejercicios, manejo emocional).
A diario, los/as médicos/as van cumpliendo con las demandas del sistema sanitario, acumulando niveles moderados de estrés, que lejos de ser reducidos mediante estrategias eficaces, por el contrario son subestimados a razón de la carencia de tiempo para dedicarse a ello. ¿La consecuencia? Trabajolismo (workaholic), estrés laboral, desgaste profesional, síndrome del profesional quemado, (burnout), así como morbilidad física y mental que coloca en riesgo la salud del personal, la práctica asistencial y la eficiencia hospitalaria.
Gestión del Estrés Sanitario.
En el análisis del estrés sanitario, se ha descrito que “La epidemiologia del estrés del personal de los servicios de salud ha sido reconocida desde antiguo como alta”(1), siendo “más alto que el de otras muchas profesiones”(2). También se ha enfatizado que trae consecuencias negativas en el desempeño laboral y familiar tales como: “los conflictos con la pareja, la insatisfacción con la actividad sexual, los problemas con los niños”(3), “el alargamiento de la jornada, el mayor consumo de alcohol y tabaco, el sentimiento de soledad, el sedentarismo físico, la falta de intereses por otras materias ajenas a las estrictamente laborales, así como la incapacidad para reírse de sí mismo”(4).
El Dr. Francisco Becerra, subdirector de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), ha señalado que “El estrés laboral no es extraño para ninguno de nosotros. Hoy el mundo del trabajo -con sus avances industriales, la globalización, el desarrollo tecnológico y las comunicaciones virtuales- nos impone retos y condiciones que con frecuencia exceden los límites de nuestras habilidades y capacidades. Su resultado es el estrés, que puede conducirnos a disfunciones físicas, mentales y sociales; incluso dañar nuestra salud, mermar nuestra productividad y afectar nuestros círculos familiares y sociales”(5). La OPS y la Organización Mundial de la Salud (OMS), afirman que el estrés en el trabajo: “…se sabe que tiene consecuencias sobre la salud, tales como enfermedades mentales, cardio/cerebrovasculares, músculo/esqueléticas y reproductivas. Asimismo, el estrés laboral causa diversos problemas de comportamiento incluyendo el abuso de alcohol y drogas, el incremento del tabaquismo, el sedentarismo, y los trastornos de sueño”.
Pese a lo descrito, el personal médico, pareciera conservar la vocación y la responsabilidad con sus tareas sanitarias. Esto también le haría mantener niveles moderados de estrés en su quehacer clínico, hasta llegar a agotar sus recursos personales, apareciendo entonces el burnout. Acertadamente definido como “síndrome de estrés crónico propio de aquellas profesiones de servicios que se caracterizan por una atención intensa y prolongada, con personas que están en una situación de necesidad o de dependencia”(6). Definición recientemente actualizada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) como “un estado de agotamiento físico, emocional y mental que resulta de la implicación a largo plazo en situaciones laborales emocionalmente exigentes”(7), que “se caracteriza por un agotamiento emocional, cinismo (actitudes negativas, deshumanizadas e insensibles hacia las personas receptoras de los servicios), despersonalización, falta de implicación en el trabajo, bajos niveles de realización personal e ineficacia”(8).
Aunque faltan mayores estudios concluyentes sobre la prevalencia y el impacto del estrés laboral y el síndrome burnout en médicos/as a nivel mundial, un reciente trabajo cita diversos estudios según los cuales, se estima: entre 43% y 45% de médicos generales y de 22% a 60% de especialistas han presentado burnout; 4 de cada 10 médicos de atención primaria lo han manifestado; en médicos residentes la prevalencia fluctúa entre 47% y 76%; siendo observado en un 85.3% de médicos internos y residentes, en grado moderado y severo. (9)
El estrés laboral en médicos y otros profesionales de la salud “se ha visto relacionado con el desarrollo de trastornos psiquiátricos, además del burnout, se ha encontrado la ansiedad e incluso el suicidio, debido a los factores estresores a los que a diario están expuestos… Lo preocupante es que pocos consultan o lo hacen cuando son avanzados los trastornos”(10).
Ciertamente, el personal sanitario se halla sometido a múltiples agentes estresores durante su jornada ocupacional, entre los que se encuentran: las características de las enfermedades y problemas de salud que tratan en sus pacientes, las demandas emocionales de los pacientes, la comunicación de noticias negativas a pacientes y familiares, así como el clima hospitalario y la cultura médica. Última que engloba, las barreras psicológicas de muchos médicos/as con problemas de salud, para procurarse oportunamente asistencia sanitaria. Por una parte, dada la concepción social de verse como proveedores de salud, no como pacientes, y por otra parte, por su percepción de no tener tiempo para sí mismos.
Así lo podemos reconocer en el testimonio del Dr. Eliot, cardiólogo e investigador del estrés, antes de sufrir un ataque cardíaco: `mi cuerpo suplicaba descanso, pero mi cerebro no le hacía caso. Yo ocupaba el último lugar de mi lista de prioridades…. No me quedaba tiempo para la familia, los amigos, la relajación y la diversión…. Con frecuencia me sentía agotado, pero no le hacía caso. ¿Por qué debería de hacerlo? Era un experto en enfermedades del corazón y sabía que no presentaba ninguno de los factores de riesgo´(11).
Definitivamente, si antes hemos fomentado que los/as pacientes se empoderen de su salud, desarrollando un estilo de vida saludable para manejar mejor la enfermedad, con apoyo integral del equipo médico; ahora fomentamos que éste personal sanitario se empodere también de su bienestar, cultivando nuevas actitudes y prácticas, facilitadoras de hábitos de trabajo óptimos, en disfrute de buena salud y seguridad en su contexto laboral. De manera tal, que los centros asistenciales cuenten con médicos/as y enfermeros/as que auto-cuidándose, cuiden más empáticamente de otros.
Es sabido que en entornos laborales empresariales, institucionales y sanitarios, los costos personales, profesionales, laborales y económicos, son menores cuando se integran programas de reducción del estrés o gestión emocional para el personal, con efectos positivos en la satisfacción laboral, el rendimiento ocupacional, el compromiso y la eficiencia.
¿Cómo Potenciar la Gestión de Emociones y Estrés en el Ambiente Sanitario?
Diferentes autores señalan que los profesionales de la salud: “…Se benefician de intervenciones psicosociales como psicoterapia, terapia cognitiva e inoculación del estrés, terapia conductual, cognitivo-conductual y psicodinámica breve… Medidas como adecuada respiración y la relajación muscular han resultado eficaces en la reducción de las cifras tensionales, la tensión muscular y los niveles de ansiedad, hormonas del estrés y cortisol, según un estudio realizado a 100 empleados de hospitales, a los cuales se le realizó masaje en silla dos veces por semana, mostrando un estado de alerta y relajación confirmado por electroencefalograma, al igual que otras terapias como música de relajación, relajación con imágenes, y grupos de apoyo social, resultando en una menor depresión, ansiedad, fatiga”(12).
Puede notarse, que en el empleo de recursos para afrontar de manera más efectiva el estrés, ha sido valiosa la contribución de diversos métodos y técnicas provenientes de la psicología clínica y de la salud, la psicoterapia cognitivo-conductual, la medicina conductual, la psicología organizacional y la psicología positiva. Incorporándose cada vez más, los fundamentos de la atención plena o mindfulness, para responder de forma menos automática y más consciente al estrés.
El Poder del Mindfulness Sobre la Salud.
Se ha venido validando desde 1979 mediante un Programa de Reducción del Estrés Basado en Atención Plena (REBAP), ofrecido en la Clínica de Reducción del Estrés en la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachucetts, bajo un movimiento de medicina participativa a favor de una mejor práctica médica, con hallazgos interesantes de parte de investigadores de otras universidades (Harvad, Toronto, Wisconsin, UCLA y Carnegie Mellon). Dicho programa de entrenamiento de la meditación originalmente budista, consiste en ser conscientes instante tras instante, en la respiración, el cuerpo y las acciones cotidianas, sin juzgarlas. Con ello, el desarrollo de nuevas formas de control y sabiduría basadas en la consciencia, intuición y compasión, resultantes de prestar un determinado tipo de atención. Perspectiva que muchos médicos y enfermeras ha respetado, favoreciendo en los pacientes, el descubrir formas creativas de movilizar sus recursos internos que aumentan sus niveles de salud y bienestar.
Su fundador, el Dr. Kabat-Zinn John expresa: “Hoy en día, cada vez hay más pruebas científicas que sugieren que REBAP y otras intervenciones basadas en mindfulness pueden afectar a diferentes regiones concretas del cerebro, influir positivamente en determinadas funciones inmunitarias, regular las emociones bajo estrés, atenuar el dolor y mejorar un amplio abanico de indicadores de salud, en muchas categorías diagnósticas médicas distintas….”(13). La duración del programa es de ocho semanas de entrenamiento en:
- Atención a la Respiración: concentración en todo el proceso, movimiento y sensación de inhalación-exhalación.
- Meditación Sentada: conciencia en la experiencia de no acción, estar…, ser.
- Escáner Corporal: focalización/inhalación en cada zona corporal y abandono/exhalación de dicha zona.
- Yoga: ejercicios de estiramiento, fortalecimiento y equilibrio con conciencia meditativa.
Lo anterior, fundamentado en el cultivo de siete actitudes:
- No enjuiciar: cobrando consciencia de lo que ocurre sin calificar o categorizar.
- Paciencia: permaneciendo abiertos a lo que va sucediendo en la mente y el cuerpo.
- Mente de principiante: contemplando como por vez primera todo lo que aparece.
- Confianza: asumiendo la responsabilidad de `ser´ uno mismo con plena autoconfianza en la propia sabiduría y bondad.
- No forzamiento: `siendo´ nosotros mismos con menos esfuerzo o persecución de objetivos de avance.
- Aceptación: apreciando con receptividad lo que viene independientemente de los `debería´ -sentir, pensar o ver-.
- Soltar: reconociendo y permitiendo `estar´ los aferramientos con descanso en la consciencia.
Se encuentra en la práctica disciplinada de REBAP, una nueva concepción de aprender a prestar atención a las cosas como realmente son -consciencia-, así como experimentar plena conexión con la totalidad -sanación-; mostrando una progresión natural de visión y cambios, progresivamente liberando prejuicios, temores, etiquetas, pre-ocupaciones que mantienen la reactividad ante el estrés.
Sobre la base de este modelo, se han desarrollado otros programas entre los que destaca la Terapia Cognitiva Basada en Mindfuness (TCBM), de los investigadores Teasdale John, Williams Mark y Segal Zindel(14), para el tratamiento a pacientes con depresión mayor, reduciendo en efecto su tasa de recaídas. Entrenamiento de ocho semanas, centrado en el núcleo de los procesos psicológicos que están en la génesis de múltiples problemas emocionales e infelicidad. Razón por la cual se está empleando también en el tratamiento de la ansiedad crónica. Dicha terapia, rescata del dominio de dos procesos fundamentales que se encuentran en la raíz de la depresión y de muchos otros problemas emocionales:
- La tendencia a rumiar: a dar demasiadas vueltas a las cosas o a preocuparse en exceso por algo,
- La tendencia a evitar: suprimir o dejar de lado otras cosas…. esta terapia libera a las personas de la carga que les supone su desánimo, y el estrés y el agotamiento que lo acompañan.
En Grupo AMBOS, bajo el paradigma de Terapia Cognitiva Conductual, se ha conseguido integrar fundamentos, enfoques y técnicas, derivando distintos programas, entre ellos, el de Relajación Integral – Chi Kung (RICK), caracterizado por la escucha activa, en formato Cd o descarga digital, de la audio-guía “Relajación Integral” (Respira-Relájate-Sánate-Céntrate), precedido, acompañado o seguido de tres componentes de entrenamiento:
El eje del programa RICK ha sido: (a) Reducir el malestar relacionado con el estrés y sus trastornos psicosomáticos, y la armonización mente-cuerpo; (b) Desarrollar una profunda autoconciencia y serenidad para afrontar de forma proactiva las vicisitudes diarias; y (c) Disfrutar la relajación profunda y la meditación y sus efectos favorecedores del bienestar general, progresando poco a poco en el arte de relajar, soltar, revitalizar, sanar y reprogramar la mente y el cuerpo, para mantenerse en pleno estado de salud, alegría, conciencia y paz.
Efectos Beneficiosos de la Relajación Integral – Chi Kung:
Ha facilitado resultados positivos en pacientes o clientes con estrés generado por los traumas (abuso infantil y/o de género), enfermedad, inapropiada gestión del tiempo y/o presión en el trabajo.
En pleno curso de medición clínica que seguir desarrollando, la casuística de la última década, ha permitido recibir testimonios de parte de personal de salud (psicólogos/as, psiquiatras, médicos/as y enfermeras), así como de pacientes y clientes organizacionales, quienes reafirman la premisa: “Cuando se fluye con atención plena, relajación integral, mente contemplativa y actitud ecuánime durante cualquier ocupación; se goza de un rendimiento óptimo con fascinación y compromiso, en sincronía con la preservación de un estado de salud integral que inspira al círculo de influencia”.
Tal premisa, aplica a médicos/as y enfermeros/as, quienes permitiéndose tener tiempo para sí, se dan la oportunidad de nutrirse de los entrenamientos arriba descritos, para descubrir mejoras en el clima y cultura médico-hospitalaria, incrementando el nivel de satisfacción de los y las pacientes. Quienes podrán apreciarles con mayor credibilidad, percibiéndoles por un lado, como profesionales altamente capacitados/as en sus áreas de intervención y por otro lado, como seres humanos que dan ejemplo con su comportamiento de cumplimiento a las recomendaciones de prevención y manejo de la enfermedad, así como de promoción y disfrute de una mejor calidad de vida.
Cómo citar este artículo:
Guzmán, I. (10 de octubre de 2016). Relajación Integral y Mindfulness para Cuidar a Cuidadores. grupoambos.com.
https://grupoambos.com/relajacion-integral-mindfulness-para-cuidar-a-cuidadores/.
IDHALY GUZMÁN autora de este artículo es Psicóloga General Sanitaria por la Universidad Europea de Valencia. Estudió el grado en Psicología mención Salud en la UNED. Previamente Licenciada en Psicología Clínica por la Universidad Central de Venezuela y Máster en Sexología por el CIPPSV.
Es especialista en el manejo cognitivo-conductual de trastornos sexuales, ansiedad, estrés, depresión y trauma por violencia sexual y de género. Facilitadora de programas psicoeducativos para la salud y métodos de relajación integral y creativa.
Fuentes Consultadas:
En M.A. Simon (Ed), Psicología de la salud. Siglo XXI pp. 739-764. Consulta Online https://www.uam.es/gruposinv/esalud/Articulos/Personalidad/Estres-asistencial-en-los-servicios-de-salud.pdf
http://www.paho.org/hq/index.php?option=com_content&view=article&id=11973%3Aworkplace-stress-takes-a-toll-on-individuals-employers-and-societies&Itemid=135&lang=es
Editorial Kairós. S.A. Barcelona. España.
(15) Guzmán y Constenla (2013): Relajación integral – Chi King y Bienestar Psicológico: ejercicios guiados de respiración y relajación, para el empoderamiento de la salud y la claridad mental. Edición Grupo AMBOS. Online:http://www.grupoambos.com/articulos/psicologia/170-relajacion-integral-chi-kung-bienestar-psicologico
Créditos:
– Doctora y doctor meditando con los ojos cerrados y sonriendo por @stockking en www.freepik.es
– Médico frustrado con píldoras por @luis_molinero en www.freepik.es
– Médica ángel guardián por Sathish Kumar Periyasamy en https://pixabay.com/
– Paciente en internet por Engin Akyurt en https://pixabay.com/
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